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Historia

El Lector, la más antigua empresa paraguaya dedicada a los libros, nació el 9 de septiembre de 1971 con el nombre de Kiosko 653, con apenas un tablero de madera en la esquina de la Plaza Uruguaya que da sobre 25 de Mayo y Antequera.

Ahí, un joven emprendedor, Pablo León Burián, originaría una revolución en la comercialización de libros.

Burián (Asunción, 24 de noviembre de 1955), de origen humilde pero imbuido de visión empresarial, hizo que desde finales de los años 70 los grandes títulos bibliográficos se lanzaran en Asunción, en El Lector, simultáneamente con los centros libreros de la región. El público paraguayo pudo adquirir en nuestro país, apenas aparecieran, las obras de escritores como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y otros.

Pronto creó su propio sello editorial, El Lector, y rescató joyas de las letras paraguayas y dio lugar a la popularización de escritores paraguayos, tanto consagrados como jóvenes.

Su primer título lanzado fue nada menos que La babosa, el clásico de Gabriel Casaccia. En 1989 logró un hito: Augusto Roa Bastos le concedió a El Lector el honor de publicar la primera edición paraguaya de Yo el Supremo, la más universal de las obras literarias paraguayas.

El Lector organizó ferias del libro en nuestro país y participó en ferias internacionales. También fomentó la creación literaria, instituyendo los premios El Lector.

Fue pionero en la participación paraguaya en la Feria del Libro de Buenos Aires y en otros puntos esenciales de la cultura universal, como París, por ejemplo.

Promovió la venida a Asunción de grandes referentes de las letras universales, como Mario Vargas Llosa, quien luego sería Premio Nobel de Literatura, y Mario Benedetti, entre otros.

El Lector fue también pionero en la venta masiva de libros en alianza con diarios nacionales, con lo cual promovió la lectura de una manera extraordinaria en nuestro país.

En los últimos años logró otro de sus propósitos originales: masificar al máximo la venta de libros de gran valor literario y títulos destinados a la infancia, a través de celebradas colecciones.

El Lector fue un pionero y se mantiene a la vanguardia en el movimiento cultural del Paraguay, a través del libro y de la lectura, y de las diversas actividades de promoción cultural y de análisis de temas de interés de la ciudadanía de nuestro país.